miércoles, 27 de octubre de 2010

Veremos...

Había una vez un campesino chino, pobre pero sabio, que trabajaba la tierra duramente con su hijo.

Un día el hijo le dijo:

- ¡Padre, qué desgracia! ¡Se nos ha ido el caballo!

- ¿Porqué le llamas desgracia? - respondió el padre -Veremos lo que trae el tiempo...

A los pocos días el caballo regresó, acompañado de otro caballo.

- ¡Padre, qué suerte! - exclamó esta vez el muchacho -Nuestro caballo ha traído otro caballo.

- ¿Porqué le llamas suerte? - repuso el padre -Veamos qué nos trae el tiempo...

En unos cuantos días más, el muchacho quiso montar el caballo nuevo, y éste, no acostumbrado al jinete, se encabritó y lo arrojó al suelo.

El muchacho se quebró una pierna...

- ¡Padre, qué desgracia! - exclamó ahora el muchacho -.¡Me he quebrado la pierna!

Y el padre, retomando su experiencia y sabiduría, sentenció:

- ¿Porqué le llamas desgracia? -Veamos lo que trae el tiempo...

El muchacho no se convencía de la filosofía del padre, sino que gimoteaba en su cama.

Pocos días después pasaron por la aldea los enviados del rey, buscando jóvenes para llevárselos a la guerra.

Vinieron a la casa del anciano, pero como vieron al joven con su pierna entablillada, lo dejaron y siguieron de largo.

El joven comprendió entonces que nunca hay que dar ni la desgracia ni la fortuna como absolutas, sino que siempre hay que darle tiempo al tiempo, para ver si algo es malo o bueno.

La vida da tantas vueltas, y es tan paradójico su desarrollo, que lo malo se hace bueno, y lo bueno, malo.

Lo mejor es esperar siempre el día de mañana, pero sobre todo confiar , porque todo sucede con un propósito positivo para nuestras vidas...

viernes, 15 de octubre de 2010

Conquista tus sueños. Solo necesitas es una idea

Cayeron unas gotas de lluvia en lo alto de una montaña. El río quedaba cuesta abajo.

Las gotas deseaban llegar a él. Pero no había ningún camino. Iniciaron su recorrido y a lo largo de este, encontraron los caminos hasta llegar al río.

Tus sueños, no son diferentes a una gota de lluvia en la montaña. Para nadie nos es desconocido que la lluvia encuentra caminos en la montaña para llegar a tierra.

Aunque no existan caminos asfaltados.

Observé con curiosidad la foto de unos semáforos humanos. Ahora conocemos los automáticos con las luces roja, amarilla y verde.

Pero antes, eran parecidos a los señalamientos de las calles. En un tubo, se hallaban en lo alto tres señalamientos: alto, cambio, siga.

Había una persona que manualmente los cambiaba.

¿Y de donde nacen estos semáforos?

Porque surgió el coche. Y se hizo necesario encontrar una forma de controlar el tráfico.

Después, la gran cantidad de calles creadas abrió la oportunidad a los comerciantes de vender sus productos.

En cualquier ciudad, podemos ver el día de hoy calles asfaltadas, coches circulando, semáforos automáticos y comercios distribuidos a lo largo de las calles.

Pero todo lo originó la creación del automovil . Y este desencadenó la creatividad. El coche originó el problema de cómo circular cómodamente. Y se crearon las calles. El aumento de circulación originó la pregunta ¿Cómo controlo el tráfico? Y surgieron los semáforos manuales ¿Cómo puedo tomar ventaja de las calles y gente moviéndose en sus coches? Y los comerciantes entraron en acción. Y el ciclo de mejora es de nunca acabar.

Lo que quiero explicarte: todo comenzó con una idea. Y esa idea en acción, generó desafíos no contemplados por sus creadores. Y la respuesta creativa a estos retos, originó obras que beneficiaron a todos.

Hay personas que cuando sueñan, se detienen al concentrarse en las imposibilidades de sus sueños. Y nunca inician.

Recuerda como nacieron los primeros coches o los semáforos rudimentarios. Estas ideas fueron mejorándose en el camino. Pero tuvieron un inicio.

El empresario John Johnson recomienda a los jóvenes soñar con cosas pequeñas. Ya que cuando estas se realizan, dan confianza para el siguiente paso. También menciona que los negocios pequeños a la larga se convierten en grandes.

Por eso, todo lo que necesitas, es comenzar de alguna forma. Así, como la gota de lluvia encontró su camino y el automovil abrió brecha para más ideas, hallarás la manera de alcanzar tus sueños. Los desafíos que encuentres son oportunidades disfrazadas que te permitirán lograr mayores éxitos.

Así que… ¡adelante! Todo lo que necesitas es comenzar.